El equipamiento adecuado es indispensable para el éxito de cualquier actividad al aire libre. Y la detección de metales no es una excepción. Tener una buena mochila bien preparada puede marcar la diferencia entre una jornada placentera o un suplicio. A todos nos ha pasado alguna vez que hemos salido de casa con ganas de practicar nuestro hobby favorito y, al cabo de una hora, estamos deseando volver por algún error que hemos cometido mientras preparábamos el equipo.
En este artículo veremos qué no debe faltar en el equipo básico de un detectorista, desde elementos obvios hasta pequeños detalles a los que no siempre se les presta atención. Analizaremos las necesidades tanto del detectorista ocasional que sale un par de horas como del más experimentado que pasa el día entero rastreando.
Así que si eres un aficionado a la detección de metales o estás pensando iniciarte en este apasionante hobby, te invito a leer este artículo donde encontrarás numerosos consejos prácticos para preparar una mochila todoterreno perfecta para tus salidas. ¡Manos a la obra!
¿Cómo debe ser la mochila de un detectorista?
La mochila es la pieza central del equipo. Hay que elegirla con cuidado porque transportaremos en ella todo el material. Lo ideal es que tenga varios bolsillos y compartimentos, para poder organizar mejor los distintos elementos. El tamaño también es importante: no demasiado grande para que sea manejable, pero tampoco demasiado pequeña.
La comodidad es clave, con hombreras y cinturón acolchados. Y no puede faltar una funda impermeable por si nos sorprende la lluvia. En cuanto a materiales, son mejores las mochilas de nylon o poliéster, más resistentes que las de tela. Mejor en colores neutros como el verde o el negro, para pasar más desapercibidos.
Algunos detectoristas escogen mochilas militares mimetizadas, pero no es imprescindible. Lo fundamental es que sea robusta, cómoda y bien organizada.
¿Debería llevar una riñonera?
El uso de riñoneras es controvertido entre los detectoristas. Para algunos son imprescindibles, mientras que para otros sobran si la mochila tiene suficientes compartimentos.
Las ventajas de las riñoneras son que permiten llevar encima objetos de uso frecuente, como el móvil, la cartera o el encendedor, sin tener que estar quitándose la mochila. También son útiles para guardar al alcance los hallazgos pequeños, como monedas o anillos, evitando que se pierdan entre el resto del equipo.
Pero las riñoneras reducen la libertad de movimientos al llevar peso en la cintura. Y si hace calor pueden resultar incómodas. Por tanto, úsala si te parecen cómodas de usar.
En definitiva, su uso queda a criterio personal. Para algunos detectoristas son imprescindibles, mientras que para otros estorban más que ayudan.
Herramientas de excavación
Las herramientas de excavación son imprescindibles para recuperar los hallazgos enterrados. Lo más versátil es llevar una pequeña pala plegable y un mazo pequeño.
La pala es ideal para terrenos blandos, mientras que el mazo permite romper terrones más duros y extraer objetos de la tierra compacta.
Otros detectoristas prefieren una azada multiusos con cuchilla y punta. Lo importante es contar con algo para cavar y algo para golpear, adaptándose a cualquier tipo de suelo.
Pinpointer (o detector portátil)
Los pinpointers son detectores de punta, muy útiles para localizar con precisión objetos enterrados. Señalan exactamente el punto donde está el metal, facilitando su extracción.
Aunque no son imprescindibles, agilizan mucho el proceso de desenterrar los hallazgos. Y en zonas con mucha basura metálica, permiten discriminar entre chatarra y objetos interesantes.
Por eso, si tu presupuesto lo permite, merece la pena invertir en un buen pinpointer acompañante de tu detector. Te hará ganar tiempo y evitarás dejar objetos por no encontrar su ubicación exacta.
Auriculares
Aunque muchos detectores tienen altavoz, es muy recomendable usar auriculares. Por un lado, molestaremos menos a otras personas que pueda haber alrededor con el sonido del detector. Por otro lado, al usar auriculares se ahorra batería al no tener que potenciar la salida del altavoz. Y en una jornada larga, cada porcentaje cuenta.
Lo ideal son unos auriculares de diadema, que no opriman las orejas y se puedan llevar puestos cómodamente mucho tiempo.
Bebidas y algún snack
El agua es indispensable para una jornada de detección prolongada. Lo ideal es llevar por lo menos un litro, en una botella que permita beber con facilidad. Nuestro consejo es que utilices botellas herméticas, de estas metálicas que se han puesto de moda últimamente. Al tener aislamiento térmico, puedes introducir hielo y mantener tu bebida fría durante casi un día entero.
También viene muy bien llevar algún snack o tentempié energético, para recargar fuerzas sin necesidad de parar a comer. Las barritas de proteínas son perfectas, porque aportan la energía necesaria y se transportan fácilmente. El punto fuerte de este alimento es que sacian el hambre.
Otra opción son frutos secos como los frutos secos o las semillas. Los plátanos y las mandarinas también vienen muy bien, ya que hidratan y dan vitamina C.
Para que el agua sea más energética, se puede añadir un sobre de suplemento isotónico como Isostar. Si lo usas en polvo o en formato efervescente, ahorrarás incluso más espacio, al no tener que cargar con una botella más. Esto evitará la deshidratación y el cansancio muscular.